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Esculturas en Galería Coll
La mayoría de sus esculturas representan seres que se abren al vacío, como si para flotar necesitaran eliminar del espacio todo lo superfluo, despojando a la materia de su peso para convertirse en formas casi aéreas.
Calamar, Pájaro violín, Libélula o Estructura espacial, son algunas de estas obras trabajadas con metal, principalmente hierro soldado, en las que acostumbra a ensamblar elementos usados del mundo rural, como pueden ser ruedas de carro, tuberías de riego o canjilones de noria. La mezcla da como resultado un tipo de escultura orgánica, que nos traslada al mundo del futuro, a un territorio híbrido habitado por animales y vegetales máquina. En muchas de sus creaciones, es como si el óxido de los objetos y materiales de desecho hubiese mutado y adquiriera vida propia, convirtiendo los vestigios en extraños seres biomorfos que se elevan en un equilibrio dinámico. Muchas de las piezas que parecen levitar.
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Sus primeros trabajos se remontan al año 1989, cuando comenzó a realizar esculturas cinéticas, al estilo del artista suizo Jean Tinguely, en las que combinaba el movimiento y el happening, involucrando al espectador en su obra. En esta primera etapa, Caimari realizó una serie de piezas cinéticas sobre el mundo infantil, destinada a las Naciones Unidas y un conjunto, llamado Planetario, sobre el movimiento del sistema solar. Posteriormente comenzó a integrar en sus creaciones el mundo de la informática y de la tecnología, y así surgieron proyectos como "Centrifuga", en el que un gran ordenador construido con piezas de deshecho simulaba ser una maquina del tiempo. La estructura funcionaba como una computadora, y al tiempo que giraba en su parte externa, en el interior disponía de conexión a Internet, como una forma metafórica de paso a otra dimensión.
El biomorfismo, el movimiento y la transformación de los materiales, han estado y continúan presentes en mayor o menor grado en toda su obra. En sus comienzos realizó esculturas cinéticas, en muchas ocasiones de carácter lúdico, como una gallina que se paseaba interactuando entre el público; posteriormente las piezas se han quedado estáticas, pero aunque físicamente permanezcan quietas, su composición tiende al movimiento.
Los engendros, los seres híbridos, la amalgama del pasado y el futuro son temas recurrentes, que aparecen de una u otra forma en sus creaciones. El ciclo se completa y vuelve al origen. Caimari explica que sus esculturas más recientes siguen una línea que comenzó en el año 93 con “Bestiari” y continuó a finales de los 90 con “Essers” o el “Arca de Noe”, y no descarta, en el futuro, volver a incorporar el movimiento en algunas de sus piezas.
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Galería Delfos
Pintura,fotografía y vídeo
Antoni Caimari (Sa Pobla, 1976)
Esculturas en la Galería Coll Aguilar. Call, 4 (Esquina Santa Clara)
Pintura y Fotografía en la Galería Delfos. Sant Alonso, 12 A bajos
Inaguración dia 18 a las 20:00 horas
Del 18 de Junio al 12 de Julio de 2009
1 comentario:
Muy interesante su trabajo, especialmente las piezas en metal. Muchas gracias. Siempre es grato pasar por aca. Mis saludos.
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