sábado, 28 de febrero de 2009

Kandinsky el color y el ritmo de la abstracción



En 1910 Kandinsky realiza su primera acuarela abstracta, con esta obra se inicia la historia de la pintura no figurativa. Pero su trayectoria anterior ya mostraba un gran interés por el estado más puro del color; experimentando con la manera de concederle una existencia propia, independiente de la forma. Su búsqueda, a partir de esta época se centró en transmitir al espectador un enfoque espiritual del arte, en lo que denominó “principio de la necesidad interior”.
En el breve e intenso período que va de 1910 a 1914, se desarrollaron importantísimas propuestas artísticas, que llevaron hasta sus últimas consecuencias los planteamientos realizados por las primeras vanguardias como el fauvismo o el cubismo, culminando en una abstracción sin referentes formales.

Esta etapa fue de vital importancia para Kandinsky, que comenzó a vincular la pintura con la música, estableciendo relaciones entre sonido y color. Su amistad con Schönberg, creador de la música dodecafónica, sistema atonal en que se emplean indistintamente los doce intervalos cromáticos en que se divide la escala, sin duda tuvo mucho que ver en sus reflexiones sobre la relación de ambas artes. No es casual que sea en estos años cuando surge la abstracción en la pintura y la introducción del principio de disonancia en la música, dos de los grandes hitos artísticos del siglo XX.



Kandinsky fue también un teórico del arte, y expresó sus planteamientos conceptuales y filosóficos sobre la creación artística en diferentes obras, como el libro De lo espiritual en el arte, escrito en 1910 y publicado en 1911, en el que reflexiona sobre su plástica, argumentando que un cuadro no necesita hacer referencia a objetos externos, sino sugerir emociones y sentimientos a través del impacto directo del color y de las formas, trabajándolos como si fueran una música visual.
Esa concepción da como resultado una serie de pinturas en las que, la interrelación de los colores se hace sobre la base de la idea de ritmo, con lo que logra una abstracción parecida a la de la música. El mejor exponente es su Composición VII, de la que pueden verse varios estudios preparatorios en esta muestra, ya que para su ejecución, el pintor realizó centenares de dibujos, acuarelas, grabados y estudios al óleo. Esta obra, que resume en sí misma los principios de la abstracción, nos muestra un conjunto de líneas, formas y colores dispuestas geométricamente en el espacio, formando una composición de elementos que invitan a ver en ellos multitud de significados y que mueve al espectador a la contemplación activa.

domingo, 22 de febrero de 2009

Carlos Cruz-Diez: El color sucede

Arte cinético en el Museu d´Art Espanyol Contemporani


A partir del miércoles 25 de febrero, y hasta el 27 de junio, puede verse en el Museu d´Art Espanyol Contemporani, de Palma, la exposición CARLOS CRUZ-DIEZ: EL COLOR SUCEDE, que muestra las investigaciones sobre el color que durante los últimos cincuenta años ha realizado el pintor venezolano Carlos Cruz-Diez (Caracas, 1923) y que le convierten en uno de los artistas más relevantes dentro y fuera del movimiento cinético.

La exposición cuenta con unas 20 obras, fechadas entre 1954 y nuestros días. Entre las primeras obras se incluyen las realizadas durante la temporada que pasó en España, en el pueblo catalán de Masnou, antes de trasladarse a París, ciudad en la que vive desde hace muchas décadas. Se ofrece también una parte documental con catálogos, fotografías y algunos ejemplos sobre sus procesos de trabajo, así como muestras de su labor como diseñador gráfico. Las obras proceden de la colección del artista, Atelier Cruz-Diez, de la Fundación Allegro, del Musée national d´Art Moderne, Centre Georges Pompidou de París y del MUBAG, de la Diputación Provincial de Alicante.

Las experimentaciones de Carlos Cruz-Diez han ampliado considerablemente las nociones sobre el color, hasta el punto de que hoy podemos entender que las percepciones de los fenómenos cromáticos no tienen porqué estar asociadas necesariamente a la forma, sino que puede conformar una realidad totalmente autónoma. Sus “Fisicromías”, “Cromosaturaciones” “Transcromías” e “Inducciones cromáticas”, todas ellas presentes en este proyecto, asumen el color como cuerpo propio, como conducta, como realidad física y sensitiva: como permanente mutación.

Carlos Cruz-Diez AFECCIÓN POR EL COLOR

Desde que inicié mi aventura de pintor en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas he tenido y desarrollado una profunda afección por el color. Creía que cada mancha del pincel aplicada sobre la tela era un mensaje afectivo de primer orden y un testimonio inaplazable a comunicar. He insistido en hacer del color una vivencia, con un impacto afectivo que se sobrepusiese a cualquier otro artificio del acto de pintar. Para lograrlo, emprendí una larga reflexión nutrida de lecturas encaminadas a entender el por qué de muchas cosas y tratar de adquirir una noción universal del arte y de mi tiempo.

De niño quería ser pintor y mi formación fue de pintor. A los 17 años inicié los estudios de pintura en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas y, a medida que avanzaban mis conocimientos, me afianzaba en la convicción de que la profesión de artista no era un simple placer personal o una manera de evadir esponsabilidades, un encierro en un mundo ajeno a la realidad, sino más bien un compromiso espiritual ante uno mismo y ante la sociedad.

No soy poeta, ni escritor, ni historiador, ni filósofo. Sólo soy pintor. Por eso pensé que investigando un mundo eminentemente “pictórico y perceptivo”, como lo es el del color, podría encontrar una vertiente que fuera expresión de mi tiempo y no hubiese constituido motivo de reflexión para otros artistas.

El color se me reveló como un importante medio de estímulo a la percepción de la “realidad”. La “realidad” de hoy, nuestra noción de realidad, que no es la misma que tenía el hombre del siglo XII, para quien la vida era el tránsito a la eternidad. Nosotros, por el contrario, creemos en lo efímero, sin pasado ni futuro; todo se modifica y se transforma en el instante. La percepción del color nos revela esas nociones. Pone en evidencia el espacio, la ambigüedad, lo efímero, lo inestable, siendo además un soporte de mitos y afectos.

Un fragmento de su libro Reflexión sobre el color (1989)

Actividades paralelas

Paralelamente a esta exposición se ha programado un curso, de cinco conferencias, bajo el título “De la representación a la creación del movimiento”, en el que se propone una reflexión sobre el movimiento en el arte, especialmente en sus antecedentes históricos, en su relación al color, a las experiencias sensoriales y a la implicación dinámica del espectador en la obra y, en general, a los temas que pueden reunirse en torno al llamado “movimiento cinético” o “arte cinético”.

*El jueves 5 de marzo, Mercé Gambús
(Doctora en Historia del Arte y profesora titular de Historia del Arte
en la Universidad de las Islas Baleares), ofrecerá la conferencia
La representación del movimiento. De la prehistoria al Barroco.

*El miércoles 11 y el jueves 12 de marzo, Javier Arnaldo
(Doctor en Historia del Arte, profesor titular de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid y Conservador del Museo Thyssen-Bornemisza)
hablará respectivamente de Pintura y movimiento: el ideal romántico de la musicalización del color y de la abstracción: el modelo intangible del arte en las vanguardias históricas.

*El jueves 19 y el viernes 20 de marzo, Teresa Lanceta (Artista y Doctora en Historia del Arte) hablará sobre El ambiguo transcurrir de la belleza y Cinético, respectivamente.

viernes, 20 de febrero de 2009

Alphonse Mucha en la Caixa

Alphonse Mucha,seducción, modernidad y utopía



Alphonse Mucha (Ivancice, 1860-Praga, 1939) fue uno de los artistas más conocidos de su tiempo, creador y divulgador del estilo Art Nouveau, pionero en la aplicación del arte a la publicidad y uno de los padres del diseño gráfico moderno. Sus carteles y pinturas causaron admiración en París y contaron con imitadores en todo el mundo. El arte de Mucha aspira a la belleza. Sus elaboradas composiciones ponen en juego elementos teatrales y alegóricos, y crean una atmósfera de misterio cercana a la poética simbolista.
La Obra Social "la Caixa" presenta la primera gran exposición dedicada a Alphonse Mucha en España: más de 200 piezas atestiguan la prolífica labor de este artista polifacético, entre fotografías, dibujos, litografías, carteles, pinturas, joyas, cerámicas, libros, diarios, revistas, postales, sellos, billetes, cajas de galletas, botellas, jabones... Todo ello bajo la rúbrica Mucha. La muestra Alphonse Mucha (1860-1939), seducción, modernidad y utopía, fruto de la colaboración entre la Fundación "la Caixa" y la Mucha Foundation, da cuenta de todas las facetas de uno de los artistas más singulares y conocidos de su tiempo, creador y divulgador del estilo art nouveau, pionero en la aplicación del arte a la publicidad y uno de los padres del diseño gráfico moderno. Sus carteles y pinturas causaron admiración en París y contaron con imitadores en todo el mundo. El arte de Mucha aspira a la belleza. Sus elaboradas composiciones ponen en juego elementos teatrales y alegóricos, y crean una atmósfera de misterio cercana a la poética simbolista.

Alphonse Mucha consiguió su primer gran éxito como diseñador gráfico en 1894, con el cartel de la obra de teatro Gismonda, de Victorien Sardou, para la compañía de Sarah Bernhardt. A partir de elementos del arte bizantino y oriental, combinados con antiguas tradiciones centroeuropeas, Mucha creó un estilo decorativo que se caracteriza por una exuberante elegancia y una sofisticada languidez. El éxito fue inmediato. Contratado por Sarah Bernhardt para realizar los carteles de sus obras de teatro, vivió en París el esplendor del art nouveau y fue uno de sus representantes más populares. La influencia de su obra gráfica se dejó sentir en todo el mundo, y las joyas que proyectó para el orfebre Fouquet se convirtieron en piezas de colección.

Mucha fue también un pintor reconocido. En 1904 emprendió la aventura americana y viajó a Nueva York, donde realizó numerosos retratos. Cuatro años más tarde regresó a Praga y puso su arte al servicio de la creación de una mitología eslava, fundamento simbólico del nuevo Estado checoslovaco. Mucha fue iniciado en la Gran Logia Masónica de París en 1898, y alcanzó el grado supremo de gran maestro de la Logia de Checoslovaquia. Nunca concibió su obra desde la frivolidad, sino desde un espíritu de servicio visionario.
La exposición Alphonse Mucha, seducción, modernidad y utopía muestra todas las facetas de este creador singular a partir de cuatro núcleos temáticos (Teatro, Belleza, Misterio y Modernidad) y cuatro capítulos más breves, que sirven de complemento y ayudan a situar su contribución al arte del siglo XX: la metrópolis como escenario, la fotografía como herramienta y obra de arte, la épica eslava y la difusión del modernismo. Mucha aparece como un artista polifacético, creador de un estilo fácilmente identificable, pionero del uso de las artes decorativas en la publicidad, el teatro y la política; pero también como el creador de una realidad transfigurada, que en un mundo cada vez más tecnificado, expresó la utopía de una belleza romántica.


TEATRO. LA TRANSFIGURACIÓN DE LA REALIDAD



Alphonse Mucha fue un apasionado de las artes escénicas. A lo largo de su carrera realizó diversas colaboraciones con el mundo del teatro como decorador, diseñador de vestuario y autor de carteles. En vísperas de la Navidad de 1894, el impresor Lemercier recibió el encargo de realizar para la compañía teatral de Sarah Bernhardt el cartel para la obra Gismonda, y tuvo que recurrir al único empleado disponible: Alphonse Mucha. La gran diva y actriz predilecta de Victor Hugo y Oscar Wilde quedó encantada con el resultado. El cartel de Mucha tuvo tanto éxito que la gente lo arrancaba de los muros. Los carteles que Alphonse Mucha realizó para Sarah Bernhardt funden drama y exotismo en unas imágenes de un delirio preciosista que resultaron decisivas en el desarrollo del art nouveau. Por otro lado, Mucha aplicó el sentido teatral a todas sus creaciones. Su arte funcionaba como una representación caracterizada por el artificio, la belleza plástica y la magnificencia narrativa.


LA METRÓPOLIS COMO ESCENARIO

Viena, Múnich, París, Nueva York... A pesar de que la imaginería de gran parte de sus obras remite a una naturaleza idealizada, Mucha creó su arte en el contexto de una civilización urbana, cosmopolita y moderna, que empezaba a descubrir los métodos de reproducción industrial y la cultura de masas. La Exposición Universal de París del año 1900 supuso la consolidación del art nouveau y el punto de partida de su expansión internacional. Mucha tuvo en ella un papel muy destacado, ya que su obra estuvo presente en varios pabellones y en formatos diversos: llevó a cabo la decoración del pabellón bosnio, colaboró en el pabellón austriaco y realizó un plato promocional de la exposición y la portada del menú del banquete oficial de inauguración, entre otros encargos. La colaboración de Mucha con el joyero Fouquet da cuenta de la ambición de un arte total y de su influencia en una ciudad, París, considerada la capital cultural del mundo. La repercusión de sus trabajos se hizo sentir en todos los países de Europa y también en las grandes ciudades de Estados Unidos, nueva potencia emergente.


BELLEZA. LA MUJER COMO MUSA E ICONO



La figura femenina centra la mayor parte de los carteles, pinturas y paneles decorativos de Alphonse Mucha. Elegantes, sensuales y seductoras, las mujeres de Mucha suelen aparecer en comunión con la naturaleza, entre motivos vegetales o en simbiosis con elementos decorativos producto de la imaginación del artista, como orlas, cenefas y vitrales. Mujer, naturaleza y ornamento se generan y confunden mutuamente. La mujer es el catalizador y la personificación de la belleza, entendida como valor absoluto que, a través del arte, trasciende hacia valores positivos y universales.


LA FOTOGRAFÍA COMO MEDIO Y COMO ARTE

Desde muy joven, Alphonse Mucha se sintió atraído por la fotografía y el cine. Trabó amistad con los hermanos Lumière y también realizó carteles para la productora Gaumont. Sin embargo, sus fotografías no salieron nunca del ámbito privado: las utilizó como medio de apoyo para la creación gráfica y con una voluntad documental o experimental, y en ambos casos consiguió resultados estéticos muy notables. Para Mucha, la fotografía era una herramienta de composición, que le permitía estudiar la pose de sus modelos. Por otro lado, en sus viajes por los países eslavos le permitió capturar momentos, personas y paisajes con una mirada llena de humanidad, curiosa, sensible y poética. Sus fotografías tienen, por tanto, un gran valor documental. Finalmente, un último grupo de imágenes demuestra el interés de Mucha por la fotografía como lenguaje y por los valores líricos de la luz.


MISTERIO. AL ENCUENTRO DEL SUEÑO Y EL IDEAL

A pesar de su carácter publicitario y decorativo, las creaciones de Mucha aspiran a la trascendencia. Amigo de Paul Gauguin, Johan August Strindberg y del grupo de artistas asociados a la revista La Plume, que se interesaban por las ciencias ocultas, Mucha utilizó en sus obras metáforas enigmáticas y signos esotéricos. Su relación con la masonería responde a este carácter idealista y visionario. Mucha también es autor de un libro, Le Pater (1899), en el que ilustró el padrenuestro con una simbología hermética. El misterio que destilan las obras en las que evoca el ciclo de la vida tiene también un sentido religioso.


LA EPOPEYA ESLAVA, UNA VISIÓN

En sus años de gloria en París y Nueva York, Mucha no olvidó nunca su tierra natal, los países eslavos, y en particular la nación checa, sometida al Imperio austriaco y que aspiraba a ver libre y democratizada. Entre 1904 y 1910, Mucha vivió en Estados Unidos. Uno de los objetivos de este viaje fue reunir fondos para el proyecto de la monumental serie "La epopeya eslava", un conjunto de obras que recrean los momentos culminantes de la historia de los pueblos eslavos desde una óptica humanista, mítica y ejemplar. Mucha emplea una gran diversidad de lenguajes plásticos para construir un relato al alcance de todos, en paralelo a las grandes sagas cinematográficas que triunfaban en la época. Más tarde, para servir a la nueva República de Checoslovaquia, fundada en 1918, también diseñó carteles, billetes de banco y sellos.


MODERNIDAD. MUCHA Y LA GÉNESIS DE LA PUBLICIDAD

Buena parte del éxito de Mucha se debe al encaje entre la turbadora belleza de sus imágenes y la eficacia del soporte empleado, el cartel litográfico, que utiliza la calle como espacio de comunicación. Mucha realizó numerosos anuncios, y sus obras decoraron envases de dulces y perfumes -anticipándose al actual packaging-, e incluso se llegó a fabricar un jabón Mucha, en una prefiguración del merchandising moderno. Lujo, hedonismo, erotismo y fantasía son los elementos fundamentales de un discurso publicitario que busca persuadir al espectador a través de la espectacularidad de las formas, el barroquismo y la inventiva tipográfica. Mucha fue un pionero en el diseño y la comunicación destinados al gran público, con lo que superó la concepción romántica del arte y abrió las puertas a la contemporaneidad.


LA DIFUSIÓN DEL ESTILO MUCHA

En el año 1900, hablar del estilo Mucha era hablar de art nouveau: tal era su influencia. Sus carteles y dibujos sirvieron de inspiración a otros artistas y también fueron objeto de copias, plagios y someras adaptaciones. El impacto de la obra de Mucha se dejaría sentir en obras selectas y en productos de difusión masiva. Las postales, que permitieron divulgar extraordinariamente sus creaciones, representan una nueva manera de relacionarse con las imágenes artísticas a través de la reproducción seriada.




Su museo en Praga

Del 11/02/2009 al 09/05/2009
Lugar: CaixaForum Palma
Dirección: Plaça Weyler, 3
Localidad: PALMA DE MALLORCA (ILLES BALEARS)

viernes, 13 de febrero de 2009

Gustavo Torner

Gustavo Torner expone en la Galería Atalaya su "Obra Última"



Gustavo Torner presentará en la Galería Atalaya de Palma los trabajos de la colección "Obra Última", compuesta por un total de 72 piezas (70 pinturas y 2 esculturas). La exposición podrá visitarse hasta el próximo 30 de marzo.
Gustavo Torner, (Cuenca,1926) formó parte junto con Gerardo Rueda y Fernando Zóbel de la denominada "escuela conquense", que a mediados de los años 60 protagonizó uno de los primeros intentos de institucionalizar el arte moderno en nuestro país, con la fundación del Museo de Arte Abstracto Español en esta misma ciudad.

Toni de la Mata en Nuu

Esculturas de Toni de la Mata



Esculturas de Toni de la Mata del dia 6 al 27 de febrero, en la Galería Nuu. Calle Palmer,nº20. Inca.

La Olla express… Jazz Quintet



Concierto La Olla express… Jazz Quintet

Jacinto Carbajal, trompeta
« Tibo » Hien, saxofones
Elio Martin, guitarra
Oscar Pérez , contrabajo
Francisco Tejero, bateria

Sus próximos conciertos son :
• Viernes 20 de febrero en el Café-Bar " Plaza " (Picara Justina) , Léon.
• Sábado 21 de febrero en la cervezeria " Morrigan ", Trobajo del Camino.
• Martes 24 de febrero en Café de las Artes , Zamora.

martes, 3 de febrero de 2009

Capriccio 3D de Alfred Lichter

Addaya Centre d´Art Contemporani



Foto de Lola Gómez

“Después de haber finalizado la secuencia de las obras de "Capriccio" y "Capriccio II", y haber encontrado una forma de acercarme a mi meta del "verdadero arte" bidimensional, el saber si esto también sería posible en tres dimensiones, de forma plástica, me mantenía permanentemente preocupado”.


Esta preocupación que sentía Lichter, lo ha llevado a experimentar con nuevos materiales, que hasta ahora no había utilizado, tales como el estaño o el poliestireno consiguiendo hacer real, aquella, hasta entonces, preocupación plástica y creativa: trasladar el concepto de las pinturas de "Capriccio", a la escultura. El resultado serían un buen puñado de interesantes esculturas y relieves, que ha ido realizando y madurando a lo largo del último año, prueba del rescoldo creativo que se mantiene, e incluso coge todavía más fuerza, en este veterano artista, residente en Alaró desde el año 1982.
Las esculturas que se muestran por primera vez en esta exposición, de diminuto formato i realizadas con estaño, que podríamos considerar casi como joyas. Las obras más voluminosas, de mediano y grande formato en poliestireno, son esculturas policromadas, con colores vivos, metalizadas, plateadas y doradas, muy impactantes y potentes. Podríamos decir que disfrutan de una libertad y expresividad, que sorprenden gratamente, incluso cuando uno ya conoce los trabajos anteriores y los resultados que ya consiguió con las pinturas. Son obras totalmente abstractas, con formas orgánicas, que en algunos casos parecen meteoritos. Buscando algunos puntos de parecido con los trabajos de otras artistas, la verdad es que encontramos pocas similitudes, y es que sólo nos pueden recordar en algunos casos, los trabajos del austriaco Franz West, que realiza sus obras con papel maché. También hay ciertas similitudes entre las esculturas de Lichter y las de la británica Rebecca Warren, artista seleccionada en los premios Turner 2007, o del mallorquín Amador, aun cuando estos dos artistas parten de la figuración, y por lo tanto conceptualmente diferentes, recordamos que Lichter rehúsa totalmente de una referencia figurativa. Asimismo, justo es decir que los materiales utilizados por unos y otros son diferentes, tiza o cerámica en el caso de la británica o resina en el caso del artista mallorquín, y papel maché el material utilizado por el austriaco.
Lichter, crea unas formas a partir de un chasis creado previamente al que después introduce o añade el poliestireno, guiando este por dónde el artista desea, todo dejándose sorprender también, con cierto grado, dejando actuar en voluntad y capricho el propio material. El descubrimiento por parte de Lichter de este material de uso industrial le ha permitido trasladar el concepto de la serie “Capricccio” a la escultura, a las tres dimensiones.
Alfred Lichter ha realizado anteriormente diferentes exposiciones individuales en la galería Addaya de Alaró, y ha colaborado en numerosas ocasiones en exposiciones colectivas. Con motivo de esta nueva muestra, se editará un catálogo que recogerá las obras que se presentarán.



Experimentos logrados

Cada obra de arte es el descubrimiento de algo desconocido hasta el momento. Entre una multitud de opciones, una toma forma dentro de la obra del artista, se hace visible y – tanto literalmente como a través de la interpretación – inteligible. El inicio puede consistir en un tema, una idea constructiva y también fundamentos o procedimientos artesanales, pero la obra de arte lograda no acaba aquí: se trata de un experimento que ha tenido éxito, capaz de enriquecer el mundo.
Quien contempla una obra de arte, se embarca en un diálogo con desenlace desconocido. Para hacer que una obra de arte hable, el observador tiene que traducir el lenguaje de la obra al suyo. El proceso se parece a una descodificación, durante la que se descubren significados y conexiones entre diferentes sentidos. A través de la interpretación de una obra de arte se abre el acceso a conocimientos ya disponibles, y al mismo tiempo la obra amplia estos conocimientos en la medida de todo lo que de nuevo y desconocido contiene.
Parece que las obras de arte figurativas con temáticas como una narración, un mito o un acontecimiento, o que permiten identificar determinados objetos, sean más fáciles de interpretar que las obras con contenidos abstractos. Frecuentemente, un canon transmitido ofrece la suficiente orientación fiable como para avanzar desde la interpretación de las características generales a las específicas de cada obra en concreto. En cambio la vanguardia artística ha sabido diversificar los caminos más o menos seguros de la interpretación en un laberinto de incontables senderos. Los intentos de agrupar las diferentes corrientes mediante diversos -ismos no bastan para recuperar la tradicional continuidad en el desarrollo del arte. La disolución vanguardista de todas las tradiciones y reglas establecidas en cuanto a contenido, técnica y material ha posicionado el experimento en el centro de la creación artística. Todo está permitido y la resolución del experimento se considera positiva cuando el resultado del proceso es una obra artística acertada, que simplemente ha tenido suerte en los momentos decisivos, donde se esperaba precisamente el riesgo de fracasar. La otra cara de la moneda de esta casi total libertad ante el arte es que cada obra de arte más que nunca tiene que hablar, convencer y, para decirlo de algún modo, acreditarse por ella misma en solitario.
Alfred Lichter es vanguardista porque siempre ha experimentado. Incluso cuando se dedicaba a los grandes maestros, no lo hizo nunca de forma epigonal, sino que se trataba siempre de una búsqueda del camino propio, hacia las posibilidades del arte que se encuentran aún sin descubrir. Alfred Lichter pertenece a aquel grupo de artistas que no han desarrollado un estilo reconocible. Sus sujets, colores, formas y técnicas son demasiado diferentes como para establecerse como sello propio. Nunca le han importado las tendencias –por ejemplo pintó obras figurativas precisamente cuando la moda era la abstracción-, y siempre cuando ha visto la oportunidad de un desarrollo propio e independiente ha experimentado con opciones avanzadas de la exploración y apropiación artística del mundo.
Una característica del modus operandi de Alfred Lichter que llama la atención es el hecho que en la mayoría de los casos produce series de obras parecidas. Durante la producción investiga las posibilidades de motivos, colores, técnicas y a veces también el uso de materiales poco habituales, hasta que le parecen agotadas. Algunas series se crean de forma independiente como eco de las tendencias de la época moderna, otras corresponden a la disposición del artista para los experimentos sin condiciones previas, donde calcula el riesgo absoluto del éxito o del fracaso.
Los trabajos de los últimos años son en buena parte abstractos. Durante la producción de las distintas obras de la extensa serie Capriccio, la casualidad cobra cada vez más protagonismo, como si se tratara de una resonancia de la action painting, informalismo o manchismo. Alfred Lichter ve allí un camino claro para aproximarse más que nunca a su objetivo, la búsqueda del arte puro. Sus intentos más recientes de realizar formas de expresión artísticas completamente nuevas en esculturas, parecen casi un salto a una nueva dimensión. Así, en la popular y a la vez mágica fundición de plomo, descubrió un procedimiento sorprendente para fabricar minúsculos objetos casuales de unos pocos centímetros que le servían como modelos para grandes esculturas (para quien necesita términos conocidos, el arte conceptual parece una descripción correcta). El nexo conector entre las pequeñas esculturas de plomo y los objetos más recientes podría ser una cita de Manuela Filiaci: “Y llega el momento en que se crea algo. Algo sucede, como si todo condujera hacia aquí. De repente pasa que en un momento determinado algo se vuelve visible, como si se tratara de un hecho totalmente inevitable.” La casualidad más o menos controlada por el artista también rige los nuevos objetos plásticos. Aunque el descubrimiento decisivo es el material: poliuretano en cartuchos, procedente del almacén de materiales de construcción. Con este material, que de entrada ya es plástico, que se expande y que finalmente fragua, Alfred Lichter reviste unos núcleos de rejilla metálica para determinar a grandes rasgos la forma, por ejemplo una estela o un terrón. De este modo se crean objetos mediante el cartucho, que con las correspondientes herramientas de escultor no se podrían producir en piedra, metal o yeso. Están llenos de ampollas y bultos, con granulados, surcos y grietas –estructuras sin aristas, elementos que no son figurativos, pero sí de una especie de naturaleza que provoca asociaciones (pepitas de oro, meteoros, conglomerados de aguas abisales). Con estos objetos Alfred Lichter experimenta una segunda vez cuando les aplica spray de pintura. Aumentando o reduciendo aún más los reflejos de luz o la luminosidad opaca obtiene un efecto escultural. Entre los experimentos sin intención también se encuentran los intentos de colocar aquellas estructuras llenas de burbujas dentro de un marco, para colgarlas como cuadros en la pared. De este modo cada uno de los observadores podrá contemplar y experimentar la intensidad con que cambia el efecto de unas obras técnica y formalmente parecidas, cuando la perspectiva desde 360 grados en el caso de la escultura se reduce a la mitad cuando ésta se convierte en cuadro.
Con el salto hacia los trabajos en tres dimensiones, Alfred Lichter ha descubierto y explorado nuevas áreas para su búsqueda del arte puro. Parece que le ha guiado menos una predeterminada idea constructiva en este proceso que un pensamiento salvaje, que para el descubrimiento y la apropiación del mundo recurre antes a una definición basada en mitos que a una de carácter analítico y racional. El nuevo y poco habitual material, que en contra de lo que hacen sospechar su masa y forma, es casi ligero como una pluma, concentra el proceso de producción en el juego con la casualidad. Este juego, cuando consigue un resultado favorable, deja entrever una naturaleza entendida como concepto global, propio de una visión del mundo mítica, del así llamado pensamiento salvaje.
Una antigua creencia popular promete que allí donde el arco iris se junta con la tierra, hay enterrado un saquito con oro. El científico ilustrado sabe que esto es un disparate y que no es necesario buscar. En cambio quien también considera posible lo fantástico y por tanto como el artista ve el arco como el camino hacia la suerte dorada, es quien domina el arte de pasear sobre el arco iris. Las esculturas nuevas de Alfred Lichter allí donde están logradas representan la promesa de que el arco iris no es la simple fragmentación de los rayos de sol en partículas de agua, sino que la búsqueda de las pepitas de oro con los medios del arte siempre valdrá la pena. Es tarea del observador conectar la obra de arte con su mundo. El arte radicalmente individualizado y el individuo surgen como la estación final temporal de una vanguardia a la que Alfred Lichter ha contribuido.


Texto de Manfred Müller


Addaya Centre d´Art Contemporani.
C/ Alexandre Rosselló, 10
07340 Alaró
Fechas exposición: 6 de febrero / 28 de marzo

lunes, 2 de febrero de 2009

A ras de piel de Elena Rendeiro

“A Ras de Piel - Memorial” en SKyistheLimit



A Ras de Piel - Memorial, es el resultado del work in progress del proyecto A Ras de Piel, en el que desarrolla el concepto a través de distintos medios como la instalación, la performance, el vídeo y la fotografía,y por el que recibió una Mención de Honor de Generaciones 07 de Obra Social de Caja Madrid, y fue seleccionado en el premio Purificación García 08.

Vídeo:
Off Line (La Historia de Nostagio degli Onesti) vídeo inspirado en la historia que cuentan cuatro frescos de Boticelli, en un principio pensados para decorar las cuatro caras de un baúl nupcial. Es importante la dualidad de imagen y sonido: la banda sonora del vídeo representa las cuatro escenas de los frescos de las pinturas de Boticelli, mientras que la imagen nos da una lectura actual de la misma idea.

Fotografía:
Tríptico. Off Line. Impresión digital sobre Dibond.
Veladas I. Impresión digital sobre Dibond.
Veladas II. Impresión digital sobre Dibond.

Instalación:
A Ras de Piel proyecto en desarrollo que, hace uso de espacios específicos
en donde se procede a la instalación itinerante (montar, desmontar y asi
sucesivamente) de una obra hecha con pantys grapados a las paredes,
techos, o arquitecturas circundantes.


"El proyecto “A Ras de Piel - Memorial” trata de poner en entredicho los márgenes o los límites establecidos, desdoblando y ampliando conceptos como los de poder, miedo, identidad, cuerpo, genero, espacio y tiempo, en los que a modo de capas se desvelan los estados psicológicos y físicos de los sujetos en relación con su entorno inmediato, dentro del ámbito doméstico, con su pareja, y por extensión natural con el sexo.
Me interesa la relación que existe entre el dolor y el placer como medio para responder a preguntas sobre la realidad última del yo y el cuerpo, que chocan con el esceptícismo y los límites de la razón."


Elena Rendeiro


"A Ras de Piel - Memorial"
La inauguración tendrá lugar el próximo viernes 6 de febrero a las 20:30 horas.Podrá visitarse hasta el 28 de mayo.
SKyistheLimit
Costa Santa Creu 8
07012 Palma de Mallorca